Alguna Experiencia

Sensibilidad Ficticia

Es una estocada directa al corazón…
Al centro de mi Ser.
Las vísceras se trenzan y una campana de alerta me hace temblar todo el cuerpo.
Una especie de vacío interno, repleto… una sensación indescriptible se produce en mí.
Cuando las malas prácticas se repiten en un vínculo, siento todo esto. Y muchos estremecimientos que surgen de una combinación de tristeza, dolor, enojo, llanto y tantas cosas, derivadas de mi esperanza, mi ilusión, y mi deseo de ser reconocido.
Entiendo el amor hacia el otro desde un lugar de incondicionalidad sin esperar nada a cambio. Al menos desde lo teórico. Pero cuando en la práctica suceden… tamaña sensación germina y ramifica, me envuelve.
Muchas veces no comprendo, la mayoría… del porque de estas actitudes. Los vínculos, los amorosos, tienen como una “imagen” de bilateralidad. Aunque en la práctica por ahí no suceden de esta forma.
“El otro” descansa en el proceder de uno y se oculta en su incapacidad de dar, abusa, no registra, no aggiorna… pide tiempo.
Me escribo a mi mismo, y no aprendo.
Resbalo, trastabillo, caigo, y me levanto., y me duele el culo tanto como el corazón.
Jactancia de hipersensibilidad…
A qué?
…a su propia necesidad, en la búsqueda del otro?
…a la autoproclamada ley de unilateralidad en el vínculo?
… a que los veteranos de la vida, podemos soportar y sostener mas?
Somos dueños de nuestras elecciones., y por ahí nos resistimos a comprender que hay intentos infructuosos.
Mejor dicho me resisto… eso parece.
Los silenciosos Seres del capricho, abundan. Reclaman constantemente.
Es un recurrente dame, yo necesito, no se si puedo corresponderte, gritados todos en un soslayado silencio, muchas veces devenido en indiferencia.
Tiempo… Tiempo… Tiempo…
Y en el suceder de esta espera, mis resbalones. Mis dolores de culo, en donde hasta “el huesito dulce”, como decían nuestras abuelas, se transforma en “agrio”.
La ternura de la proximidad, te catapulta a la acritud de la lejanía.
Los nudos de la ligazón se aflojan, y los ojales se agrandan… te desabrochas, al menos momentáneamente.
Todo aquello que te resultaba encantador y familiar se nubla… y como transitabas bajo cielos soleados y sin nubes, al comenzar la oscura tormenta… te sorprende sin paraguas.
Busco refugio en cotidianeidades desatendidas … que por suerte existen, que por suerte responden, que por suerte supe labrar.
… y me tranquilizo.
Sensibilidades ficticias, hacia mí, mis deseos, mis necesidades.
Sensibilidades ficticias, hacia el otro, desde mí.
Confusión, ambigüedad, desaliento.
Destiempo, disfrazado de comunión.
En fin, discapacidades de ambos, de todos.
Dejo fluir, contemplo.
El camino se irá trazando.
Todo decanta, y por eso me pido Tiempo.
Alcanzaré?

Luigi Ge